La capital italiana inaugura un área arqueológica con restos de entre los siglos VIII a.C y III d.C. dentro de un patio de vecinos

Un muro que podría datarse del siglo VI a.C. y que seguramente formaba parte de un asentamiento defensivo en el monte Aventino, una de las legendarias siete colinas de Roma, quizás los cimientos de una torre de vigilancia en una época en que se temía una invasión . Lo que queda de una maravillosa domus (o vivienda particular) de una familia pudiente en la posterior era Imperial, seguramente de ricos comerciantes o de alguien de la nobleza, con hasta seis estratos de preciosos mosaicos. Son sólo algunos de los hallazgos que han salido a la luz en una comunidad de vecinos en la plaza Albania, en Roma, cuando el edificio estaba reforzando sus cimientos para asentarlo en caso de terremoto.
En el lugar donde ahora reposan los mosaicos y los muros iban a construir once plazas de parking. En lugar de eso, ahora se pueden visitar mosaicos desplazados por el vaivén de la tierra en el mismo lugar en que los encontraron los arqueólogos. Entre ellos uno riquísimo en el aula, el punto central de la casa, con un loro verde formado por 300.000 teselas. Los antiguos propietarios remodelaron la domus varias veces para adaptarla a la moda de los tiempos, con lo que los estratos muestran las seis capas de mosaicos separados por 15 centímetros entre ellos a entre cinco y nueve metros bajo el actual asfalto del Aventino que cubren el siglo I y II d.C. Dos siglos de historia a través de los suelos.